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Hipertensión pulmonar

Última actualización octubre 2022 | Este artículo fue creado por el personal editorial de familydoctor.org y revisado por Robert “Chuck” Rich, Jr., MD, FAAFP

¿Qué es la hipertensión pulmonar?

«Pulmonar» significa «en los pulmones» e «hipertensión» significa «presión arterial alta». La hipertensión pulmonar es un aumento de presión en los vasos sanguíneos que llevan sangre a los pulmones. Es un grave problema de salud.

Las arterias pulmonares son vasos sanguíneos que transportan sangre desde el corazón hacia los pulmones. Estas arterias pueden estrecharse, bloquearse o dañarse. Cuando esto sucede, no pueden llevar tanta sangre a los pulmones y se acumula presión en las arterias estrechas. Esto ejerce presión sobre el corazón, porque tiene que trabajar más para impulsar la sangre. Con el tiempo, esta condición debilita al corazón y puede desarrollar una insuficiencia cardíaca.

Los síntomas de la hipertensión pulmonar

La hipertensión pulmonar puede no presentar ningún síntoma al principio. A menudo, el primer síntoma es la falta de aire o el mareo durante actividades. A medida que la enfermedad empeora, los síntomas pueden incluir los siguientes:

  • Mayor dificultad para respirar, con o sin actividad
  • Fatiga (cansancio)
  • Dolor o presión en el pecho
  • Aceleración del ritmo cardíaco
  • Dolor en la parte superior derecha del abdomen
  • Disminución del apetito
  • Mareo o desmayo
  • Hinchazón en los tobillos, piernas y abdomen
  • Coloración o tinte azulado en la piel o los labios

Los síntomas de la hipertensión pulmonar generalmente limitan la capacidad de una persona para hacer ejercicio y realizar otras actividades.

¿Qué causa la hipertensión pulmonar?

Muchas cosas pueden causar hipertensión pulmonar, y esto puede dificultar conocer la causa exacta. A veces, la enfermedad es hereditaria. Esto significa que se transmite de padres a hijos en los genes. Otras veces se desconoce la causa. A esto se le llama hipertensión pulmonar idiopática.

Cuando la hipertensión pulmonar se desarrolla debido a otra afección médica, se denomina hipertensión pulmonar secundaria. Los problemas respiratorios como el enfisema y la bronquitis crónica, así como la apnea del sueño, son causas comunes de hipertensión pulmonar secundaria. Otras causas incluyen:

  • Insuficiencia cardíaca congestiva
  • Defectos congénitos en el corazón
  • Coágulos de sangre en las arterias pulmonares
  • Infección por VIH
  • Enfermedad hepática/cirrosis
  • Enfermedades del tejido conectivo, como lupus o esclerodermia
  • Fibrosis pulmonar (una afección que causa cicatrices en los pulmones)
  • Ciertos medicamentos o drogas ilegales

Algunas personas tienen un mayor riesgo de desarrollar hipertensión pulmonar. Esto incluye a personas que:

  • Tienen antecedentes familiares de la afección
  • Tienen ciertas afecciones, como enfermedad cardíaca, enfermedad pulmonar, enfermedad hepática, infección por VIH o coágulos de sangre en las arterias pulmonares
  • Usan drogas ilegales (como metanfetaminas o cocaína) o ciertos medicamentos dietéticos
  • Viven en zonas altas

¿Cómo se diagnostica la hipertensión pulmonar?

Los signos de hipertensión pulmonar pueden ser similares a los signos de muchos otros problemas de salud. Esto dificulta el diagnóstico. Su médico probablemente realizará pruebas para estimar la presión en sus arterias pulmonares. También querrá saber qué tan bien están funcionando su corazón y sus pulmones. Estas pruebas pueden incluir:

  • Radiografía de tórax
  • Una prueba de respiración llamada prueba de función pulmonar
  • Un ecocardiograma (a veces llamado «eco»)

Es posible que su médico también necesite realizar otras pruebas para averiguar si otra afección médica está causando la hipertensión pulmonar. Estas podrían incluir:

  • Análisis de sangre
  • Una tomografía computarizada de tórax
  • Una resonancia magnética de tórax

Si su médico determina que usted tiene hipertensión pulmonar, querrá saber qué tan grave es. Para esto, podrían solicitar una prueba de ejercicio. Estas pruebas miden su nivel de actividad y qué tan bien funcionan sus pulmones y corazón mientras hace ejercicio. Estas pruebas también se pueden realizar durante el tratamiento para ver qué tan bien está funcionando.

¿Se puede prevenir o evitar la hipertensión pulmonar?

No se pueden prevenir todos los casos de hipertensión pulmonar. Sin embargo, puede hacer un esfuerzo para prevenir otras afecciones que pueden causar la enfermedad. Estas incluyen presión arterial alta, enfermedad cardíaca, enfermedad hepática y enfermedad pulmonar crónica por el consumo de tabaco.

Tratamiento de la hipertensión pulmonar

No existe cura para la hipertensión pulmonar. Sin embargo, el tratamiento puede mejorar los síntomas y retardar la progresión de la enfermedad. El tipo de tratamiento que reciba podría depender de la causa de la hipertensión pulmonar. Si se conoce la causa de su hipertensión pulmonar, el tratamiento de la causa puede mejorar su condición. Por ejemplo, si su afección es causada por una enfermedad pulmonar, es posible que necesite oxigenoterapia para elevar el nivel de oxígeno en la sangre. O si es causada por coágulos de sangre en los pulmones, es probable que deba tomar medicamentos anticoagulantes para evitar que los coágulos se agranden.

Existen varios tratamientos que se utilizan a menudo para tratar la hipertensión pulmonar sin importar cuál sea la causa. Estas incluyen:

  • Diuréticos (píldoras de agua). Estos reducen la acumulación de líquido en su cuerpo.
  • Anticoagulantes. Estos ayudan a prevenir la formación de coágulos de sangre o su agrandamiento.
  • Oxigenoterapia. Esta terapia eleva el nivel de oxígeno en su sangre.
  • Digoxina. Este medicamento ayuda a que el corazón lata más fuerte y bombee más sangre.
  • Otros medicamentos. El medicamento que relaja los vasos sanguíneos permite que fluya más sangre.

Los cambios en el estilo de vida también pueden ayudarlo a sentirse mejor. Si fuma, deje de hacerlo. Mantenga un peso saludable, lleve una dieta nutritiva y reduzca la cantidad de estrés en su vida. Si ronca ruidosamente o tiene otros signos de apnea del sueño, pregúntele a su médico acerca de someterse a un estudio del sueño para diagnosticar esta afección. Pídale a su médico que le recomiende formas de mantenerse lo más activo posible. La actividad regular puede ayudar a mejorar su capacidad para mantenerse activo.

En algunos casos graves, las personas que tienen hipertensión pulmonar necesitan tratamiento quirúrgico. Esto podría incluir un trasplante de pulmón o un trasplante de corazón y pulmón.

Su médico decidirá qué tratamiento es adecuado para usted.

Vivir con hipertensión pulmonar

Debido a que no existe cura para la hipertensión pulmonar, deberá aprender a controlar su afección. La mejor manera de hacerlo es siguiendo el plan de tratamiento desarrollado entre usted y su médico. Llame a su médico si sus síntomas cambian o empeoran. Sepa qué síntomas pueden requerir tratamiento de emergencia, como dolor en el pecho.

Hacer cambios en el estilo de vida también puede ayudar con su afección. Estos podría incluir:

  • Dejar de fumar. Fumar empeora los síntomas de la hipertensión pulmonar.
  • Mantener una dieta saludable. Consuma una variedad de frutas, verduras, cereales integrales y proteínas magras. Hable con su médico para ver si necesita limitar la cantidad de sal en su dieta. También pregunte si debe limitar la cantidad de vitamina K en su dieta. La vitamina K se encuentra en las verduras de hoja verde y en algunos aceites y puede afectar la eficacia de los medicamentos anticoagulantes.
  • Estar físicamente activo. Trate de estar lo más activo posible. Incorpore actividades regulares a su rutina diaria, como caminar. Pregúntele a su médico si hay alguna actividad que deba evitar. Estas podrían incluir levantar objetos pesados, sentarse en un jacuzzi o viajar a áreas de gran altitud.
  • Obtener apoyo para resolver problemas emocionales. Vivir con hipertensión pulmonar puede causarle preocupación, ansiedad, estrés o depresión. Hable con su médico sobre sus sentimientos, quien podrá indicarle el tipo de ayuda que necesita. Esto podría incluir hablar con un consejero, tomar medicamentos para la depresión o asistir un grupo de apoyo para pacientes.

Los cambios que debe realizar pueden depender de la causa de su afección. Hable con su médico sobre los tipos de cambios que son mejores para usted.

Preguntas para hacerle a su médico

  • ¿Cómo sabe qué está causando mi hipertensión pulmonar?
  • ¿Se puede tratar la afección subyacente?
  • ¿Qué tipo de exámenes tendré que hacerme? ¿Están cubiertos por un seguro?
  • ¿Es seguro para mí hacer ejercicio? ¿Qué tipos de ejercicio puedo hacer?
  • Tengo otros problemas de salud. ¿El tratamiento de la hipertensión pulmonar afectará el tratamiento de ellos?
  • ¿Necesitaré cirugía? ¿Qué implica la cirugía?
  • ¿Necesito oxígeno para mi hipertensión pulmonar?

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